Esas condiciones son “un reservorio magmático», hay lava cientos de metros bajo nuestros pies, que desprenden gases e, incluso, eventualmente calor a la superficie, pero «no se dan las condiciones tectónicas ni geofísicas» para que ocurra una erupción.
Hay que tener en cuenta que en La Palma, el volcán «lleva avisando ya hace bastante tiempo». La zona lleva teniendo seísmos de cierta profundidad desde hace casi dos semanas y que con el paso de los días se han ido produciendo en zonas cada vez más próximas a la superficie. El último fue este domingo a media mañana, horas antes de la erupción. Esto permitió que las personas con movilidad reducida fueran evacuadas y se prepararan los albergues, bomberos y lo necesario para atender la emergencia, aunque queda por saber cómo evolucionará el volcán.